Ayer fui a nadar a una pileta cubierta después de varios años y volvieron a mí muchos recuerdos de la infancia.
Primero, el hecho de usar traje de baño de una sola pieza. Porque además de algunas cuestiones meramente femeninas, recordé lo cómodo que es para nadar... nada de andar pensando en que en cualquier momento se te escapa "algo", además de que se podía jugar a estirar la malla mojada en la parte de la panza y que se llenara de aire, para parecer un pez globo o algo parecido. Eso estaba bueno.
Segundo, los vestuarios con todos su códigos y procedimientos. Buscar el jabón y la toalla, dejar el carnet, ir al locker, que el locker esté ocupado, apropiarse de otro locker, abrir el locker, cambiarse, cerrar el locker, ducharse... y ahí recién entrar a la pileta. Después de una hora de largos un poco interrumpidos por el alto tráfico de la pileta a esas horas post oficina, volver al vestuario, abrir el locker, sacar la toalla y accesorios, cerrar el locker, ducharse otra vez, abrir el locker, cambiarse y dejar el locker abierto para finalmente salir.
Uff... así y todo estuvo buenísimo. Nadar puede ser una actividad muy relajante. Aunque la próxima espero que la pileta esté menos congestionada! Será eso posible? O tendremos que acostumbrarnos a que en todos lados esté siempre lleno de gente?
2 comentarios:
je tenes razon acostumbrate a que este lleno de gente en todos lados o si no hace como el coreanito loco de virginia jua
yo trataba de ir a la pile a horas raras pero ya es imposible siempre pero siempre hay gente.Y eso demuestra una cosa
la poca cultura acuatica argentina y la falta alarmante de piletas! re pocos lugares tienen piles y ni hablar de piletas de 25 metros reglamentarias eso si es como encontrar un diamante en bruto! beso
El tema acuático es nuestro karma!
Nunca una pileta, eh?
Gracias por el comentario Arito, es el primero que me dejan, que emoción!
Besotes!
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