Parece que es inevitable. Salen solos. El sábado cuando la conocí aparecieron. Siempre me molestaron esos adjetivos calificativos sobre los bebés. Encima los padres se ponen medio tontos, monotemáticos. Todo gira alrededor del hijo/la hija.
Pero es así, ella es mi sobrinita, y es hermosa, subjetiva y objetivamente. Es una cosita tan chiquita y tan linda, tan suave, blandita, calentita, perfumada. Increíble que sea una persona, un ser humano, quizás en su momento más natural, auténtico. Sólo con verla uno ya la quiere. Es adorable. Despierta paz, ternura y cosas buenas.
Ojalá con eso bastara para que todos pudiéramos pensar en un mundo mejor y trabajar para conseguirlo. Para ellos, para nosotros. Suena a cliché pero es en estos momentos importantes de la vida, en estos momentos en que uno desea intensamente lo mejor para alguien, que realmente siente que entre todos sería posible.